Hola Cristian, gracias por compartir tu búsqueda.
Al evaluar un nombre de emprendimiento, también recomiendo mirar más allá del aspecto creativo:
1. ¿Qué tan rentable es ese nombre a mediano plazo?
2. ¿Te permitirá escalar o asociarte sin límites?
Los nombres demasiado descriptivos (como “Arepas de Rosario”) te pueden funcionar al inicio, pero te limitan si un día querés vender empanadas o abrir en otra ciudad.
Por eso, un nombre como “Maíz a Fondo” puede ayudarte a proyectar expansión, sin perder identidad. Otro ejemplo sería “El Punto Criollo”, que te posiciona como cocina venezolana sin encerrarte solo en arepas.
Al final, la clave está en que el nombre pueda sostener la narrativa de tu propuesta de valor a lo largo del tiempo. Un buen nombre no solo vende hoy, también abre puertas mañana.