Inicié y cerré!
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Hola. No todos los emprendimientos son exitosos. Comparto una experiencia cercana.
En muchos casos, aunque la idea sea muy novedosa, la receptividad es nula. Es el caso de una agencia de festejos innovadora. Aunque las primeras encuestas dieron pistas positivas, realmente no había mercado para este servicio en nuestra ciudad. Por ello, hay que probar más la idea antes de invertir.
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Hola, Diego. ¡Muchas gracias por compartir tu experiencia!
Es un punto crucial y un excelente recordatorio de que la validación en la vida real es insustituible. Las encuestas iniciales pueden darnos una dirección, pero el verdadero pulso del mercado solo se toma al interactuar directamente con los clientes potenciales y, si es posible, al probar el producto o servicio a pequeña escala antes de hacer una gran inversión.
Tu caso subraya la importancia de hacer pruebas de mercado más "profundas", bien planteadas y prácticas, antes de comprometer recursos que, en muchos casos, suelen ser limitados. Es una lección valiosa para cualquier emprendedor: fallar rápido y barato es mejor que fallar tarde y con un alto costo.
¿Qué emprendedor exitoso no ha tenido fracasos?
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Diego, lamento mucho lo de tu emprendimiento. Sé lo difícil que es tomar la decisión de cerrar, pero quiero que sepas que esto no define tu capacidad. Al contrario, demuestra tu valentía por haber intentado algo que muchos ni siquiera se atreven a empezar.
Algunas cosas para recordar:
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No es un fracaso, es aprendizaje: Cada cierre enseña lecciones que ningún libro o curso puede darte. Ahora sabes más sobre el mercado, tus clientes y tus propias fortalezas.
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El emprendimiento es un camino, no un destino: Muchos negocios exitosos nacieron tras varios intentos fallidos (Steve Jobs, Walt Disney y hasta los creadores de Twitter pasaron por esto). Lo que importa es lo que hagas con lo aprendido.
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Date tiempo para procesarlo: Es normal sentir frustración o tristeza. No reprimas esas emociones, pero no dejes que te paralicen.
Próximos pasos prácticos:
- Escribe qué salió mal, qué salió bien y qué harías distinto.
- Agradécete por el esfuerzo. Pocos llegan tan lejos como tú.
- ¿Qué sigue? ¿Un nuevo proyecto? ¿Un descanso? ¿Trabajar para ganar experiencia?
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Hola, Diego.
Gracias por compartir esa experiencia. Es un recordatorio valioso de que el camino del emprendimiento está lleno de aprendizajes. Como bien dices, no todas las ideas, por muy innovadoras que sean, encuentran su mercado de inmediato. También fracasan grandes empresas, que cuentan con muchos recursos. La prueba y validación antes de la inversión es clave. Cada "no" o cada tropiezo es una oportunidad para ajustar el rumbo y encontrar ese lugar donde tu propuesta realmente consiga aceptación, clientes dispuestos a pagar... ¡Sigue adelante con esa mentalidad!
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Hola.
Es común que los emprendedores se enamoren de una idea, especialmente si es novedosa, y asuman que la "novedad" por sí sola garantizará el éxito. Sin embargo, como bien señalas, las encuestas iniciales pueden ser engañosas.A veces, las personas pueden expresar interés hipotético, pero eso no se traduce en una disposición real a pagar o a cambiar sus hábitos.
Tu experiencia es muy valiosa, resalta varios puntos clave para cualquier persona que esté pensando en emprender:
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"Novedad" no siempre significa "Necesidad". Que una idea sea original no implica automáticamente que resuelva un problema o satisfaga una necesidad que los clientes estén dispuestos a pagar por solucionar.
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La brecha entre la intención y la acción. Como mencionas con las encuestas, la gente puede decir que le gusta una idea, pero eso es diferente a que abran su billetera. Es crucial investigar si hay una demanda real y pagadera.
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El mercado local importa. Una idea que triunfa en una gran ciudad o en otro país puede no tener el mismo eco en un mercado más pequeño o con características culturales distintas. Las costumbres, el poder adquisitivo y las preferencias locales son factores determinantes.
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Probar antes de invertir fuerte. Esta es la enseñanza más importante. Es mucho más inteligente y menos costoso lanzar una "versión mínima viable" o hacer pruebas de concepto para validar la demanda antes de comprometer grandes sumas de capital, tiempo y esfuerzo.
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Hola, Diego
Me encantó que lo compartieras con tanta franqueza. Desde el marketing lo veo muy seguido: negocios con ideas geniales, pero sin un mercado que “sienta” esa propuesta como suya.A veces no es que la idea no sirva, sino que no conecta emocionalmente con el público al que va dirigida. O simplemente, como decimos en publicidad, “no tiene timing”.
En tu caso, una agencia de festejos puede ser muy poderosa… si conecta con una necesidad clara o una emoción fuerte en tu público. Tal vez, no era el lugar correcto, o quizá la comunicación no logró transmitir el verdadero valor.
Si decides retomar, enfócate en entender qué mueve a tu cliente ideal y construye tu oferta alrededor de eso. Las marcas fuertes nacen de la empatía, no solo de la creatividad.
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Saludos Compañeros
Qué importante lo que compartes. Yo vengo del mundo de los arreglos florales, y créeme: he tenido más de una “temporada seca” donde dudé si continuar. A veces el problema no es la idea, sino el momento o el lugar.
He visto cómo propuestas que no funcionaron en una ciudad florecen en otra con más eventos o costumbres distintas. Incluso dentro de una misma ciudad, hay sectores donde el mismo producto tiene recepción completamente diferente.
A veces no hay que abandonar la idea, sino reesemblarla y reenfocarla. Si vuelves a emprender, plantéate: ¿dónde hay realmente una oportunidad que se alinee con lo que sabes hacer bien?
Y como digo siempre en mi taller de arreglos: no todos los tallos florecen, pero eso no significa que la tierra no tenga potencial. ¡Ánimo, que esto también, suma!
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Hola.
Tu experiencia tiene mucho valor porque refleja lo que en geomecánica llamamos un “modelo conceptual mal calibrado”: crees que el terreno es estable, pero cuando haces pruebas, la realidad es otra.En emprendimiento, pasa igual. Una hipótesis de negocio puede sonar muy lógica sobre el papel, pero cuando haces una perforación (es decir, pruebas reales con usuarios, ventas piloto), puedes descubrir que no hay sustento suficiente.
Lo importante es no construir sobre una base que no se ha testeado. Lo que te ha pasado es, en realidad, un ensayo. Y ahora tienes más información para tu próximo intento.
Los emprendedores que más admiro son aquellos que iteran. La ciencia y el negocio se encuentran ahí: en aprender del error y ajustar la estrategia.
¡Gracias por tu honestidad al compartirlo!
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Diego, tu relato es muy valioso
Gracias por hacerlo visible.En mi experiencia acompañando a emprendedores, hay un patrón que se repite: confundir validación emocional con validación financiera. Es decir, si mucha gente dice “qué buena idea”, creemos que eso garantiza ingresos... pero no es así.
Para evitar eso, propongo una regla simple:
No te emociones hasta que no haya una transacción. Porque ahí es cuando el mercado te habla de verdad.Lo que viviste puede verse como un "prototipo de mercado". Ya tienes aprendizajes que te permitirán avanzar con más criterio en un próximo intento. Si decides volver a emprender, te invito a responderte tres cosas antes de invertir:
1, ¿Cuál es el problema que resuelvo?
2. ¿Quién lo tiene?
3. ¿Está dispuesto a pagar por eso?Si esas respuestas son claras y verificadas, estás en mejor posición que antes.