Diego, tu relato es muy valioso
Gracias por hacerlo visible.
En mi experiencia acompañando a emprendedores, hay un patrón que se repite: confundir validación emocional con validación financiera. Es decir, si mucha gente dice “qué buena idea”, creemos que eso garantiza ingresos... pero no es así.
Para evitar eso, propongo una regla simple:
No te emociones hasta que no haya una transacción. Porque ahí es cuando el mercado te habla de verdad.
Lo que viviste puede verse como un "prototipo de mercado". Ya tienes aprendizajes que te permitirán avanzar con más criterio en un próximo intento. Si decides volver a emprender, te invito a responderte tres cosas antes de invertir:
1, ¿Cuál es el problema que resuelvo?
2. ¿Quién lo tiene?
3. ¿Está dispuesto a pagar por eso?
Si esas respuestas son claras y verificadas, estás en mejor posición que antes.