@cristian... ¿Cómo decidí cuál era la mejor idea de negocio para mí?
Elegí abrir un café porque combinaba mi pasión por el buen café con mi deseo de crear un espacio comunitario. No fue solo cuestión de rentabilidad, sino de alinear mis habilidades (sé bastante sobre café y me encanta la hospitalidad) con una necesidad que identifiqué en mi zona: faltaba un lugar acogedor con café de calidad.
Mi decisión se basó en tres factores principales:
- conocía y me apasionaba el producto,
- tenía experiencia previa trabajando en cafeterías, y
- veía una oportunidad en mi barrio para un concepto diferenciado.
¿Cómo validé que había demanda?
Antes de lanzarme, realicé varias acciones concretas:
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Hice un pequeño estudio de mercado local, observando el tráfico peatonal y los perfiles demográficos del barrio. Entrevisté a residentes y trabajadores de la zona para entender qué buscaban en un café.
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Monté un stand temporal en un mercado local durante tres fines de semana, vendiendo mi café para probar la reacción de la gente y recoger feedback directo
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Analicé la competencia, identificando qué hacían bien y qué necesidades quedaban sin cubrir.
También lancé una pequeña campaña de pre-apertura en redes sociales, lo que me permitió medir el interés y crear una comunidad inicial.
Lo más valioso fue ese período de prueba en el mercado - no solo validé que había interés en mi producto, sino que refiné mi oferta basándome en comentarios reales de clientes potenciales antes de asumir el riesgo completo de abrir el local.