Saludos.
Me encanta este tema porque la validación también tiene un componente emocional. La mayoría de los emprendedores validan desde el producto, no desde la conexión.
Cuando pruebo una idea, empiezo con la pregunta: ¿qué emoción quiero provocar y qué emoción ya existe en mi público respecto al problema?
Si logro que la conversación en redes se llene de comentarios tipo “¡por fin alguien lo dice!” o “eso me pasa a mí”, sé que el dolor está activo. Ahí recién paso al PMV.
Un truco que uso: crear una historia mínima en formato post o video, sin mostrar el producto, solo el conflicto.
Si genera reacciones orgánicas (compartidos, comentarios empáticos), tengo la primera validación emocional.
Porque al final, antes de vender soluciones, vendemos identificación. Y si las emociones conectan, el producto encaja solo.